La gaviota de mayor envergadura de Europa, la "Larus marinus" anida en Sálvora
Los biólogos califican de "excepcional" el hallazgo de una pareja de Larus marinus en Sálvora
La gaviota de mayor envergadura de Europa ha decidido plantar sus reales y su majestuosa figura en el Parque Nacional Islas Atlánticas para reproducirse. Dos ejemplares de Larus marinus o gaviones fueron localizados y fotografiados en Sálvora al cuidado de su nido por investigadores del grupo de aves marinas de la Universidad de Vigo hace sólo una semanas.
"La entrada de una nueva especie es algo muy excepcional en toda la península ibérica, pues la última vez que ocurrió algo parecido fue en los años setenta.
Destacar su enorme valor porque aumenta la diversidad biológica de forma natural y es una buena noticia porque en el parque ya se han extinguido aves como como el arao en los años ochenta", destaca Ignacio Munilla, biólogo de la universidad compostelana e integrante del equipo vigués.
El gavión o "gaivotón" procede del norte de Europa y dobla en tamaño a la gaviota patiamarilla que vive habitualmente en las costas gallegas.
La importancia del hallazgo se debe además a que hasta ahora sólo se habían detectado tres lugares de anidamiento en la península, todos en la Mariña lucense. "Es una especie nueva en la avifauna ibérica. La primera constancia de su presencia data del año 2005 en Farallóns de San Cibrán y también se sabe que cría en Ansarón y Pena Furada", aclara.
Pero no sólo los gaviones figuran entre los últimos inquilinos del parque. La pardela cenicienta o Calonectris diomedea, una especie inédita en Galicia, ha constituido en el archipiélago de Cíes el primer lugar de reproducción en la comunidad y el segundo del Atlántico ibérico tras las islas Berlengas de Portugal. Los biólogos encontraron un individuo macho en una grieta, uno de los lugares que eligen para poner sus huevos.
"Son aves pelágicas que pasan ocho meses en el mar y sólo van a tierra para criar en grietas, madrigueras o cantiles. Son muy tímidas y sólo lo hacen por la noche, por lo que es muy difícil encontrarlas. Nosotros observamos un ejemplar por el día y de noche registramos en la zona escuchas de varios individuos llegando a tierra", comenta Munilla.
Los biólogos no han vuelto al lugar por el "alto riesgo" de que las aves abandonen la zona si se les perturba y reclaman respeto para estas especies que han venido a enriquecer la diversidad de aves marinas, "uno de los principales valores naturales de Galicia".